En una columna publicada el jueves, el licenciado Julio Fontanet describió muy bien los estragos por los que pasan los turistas y algunos residentes de las islas-municipio de Vieques y Culebra. El problema continuará porque no es técnico ni gerencial sino político y cultural. La solución está en cambios estructurales.
El rol de los residentes de las islas municipios y sus respectivos alcaldes debería ser administrar el ferri en vez de que lo haga el gobierno central. Sin embargo, administrar implicaría asumir la responsabilidad y tomar decisiones difíciles.
Cuando al licenciado Fontanet y a otras quince personas los bajan del ferri después que tenían un pie adentro porque se llenó, todos eran turistas y ninguno era residente. Esto porque los residentes abordan antes que los turistas a pesar de haber podido llegar horas más tarde. Además, una de las razones para retrasar la venta de boletos es que la política de la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM) es no vender todos los boletos sino reservar un bloque para residentes de las islas-municipio. La fiscalización de quién es residente queda en manos de ATM.
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TRIBUNA INVITADA El Nuevo Día Por Vicente Feliciano viernes, 6 de septiembre de 2019