Contrario a la visión de la Junta de Supervisión Fiscal, el bono de Navidad ya no se trata de un pago extraordinario adicional al salario de los empleados. El bono se ha convertido en parte integral de la compensación de los trabajadores puertorriqueños. Cuando un empresario ofrece un salario X y el empleado potencial acepta, ambos están incorporando en su proceso decisional el pago del bono de Navidad. La mejor política pública en estos momentos es dejar el bono tranquilo.
No es que la política pública del bono de Navidad sea algo perfecto. Dos preocupaciones son las empresas a las que se les dificulta pagar el bono y el que el bono eleva el salario mínimo en Puerto Rico por encima del salario mínimo federal.
Si a la empresa le va mal, tiene que incurrir en gastos adicionales para solicitar la exención al pago del bono. Este año se otorgaron 662 exenciones. Los sectores más impactados fueron escuelas, compañías de venta al detal y restaurantes.
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TRIBUNA INVITADA El Nuevo Día Por Vicente Feliciano lunes, 9 de diciembre de 2019
(foto: ActivoPR.com)