You are currently viewing En aprietos el equipo económico del presidente Biden

En aprietos el equipo económico del presidente Biden

En la economía de Estados Unidos, la palabra recesión ya está en boca de todos. Esto se debe a que el estimado preliminar del crecimiento económico en el segundo trimestre del año, anunciado hace unos días, arrojó una leve caída, la cual se suma a la reducción, no tan leve, que ya se había registrado en el nivel de producción del primer trimestre. Dos caídas trimestrales consecutivas del Producto Bruto real es la definición más conocida de recesión, por lo cual muchas personas entienden que este suceso ya es un hecho.

En realidad, no basta con solo dos trimestres de caída para que se declare oficialmente una recesión, ya que se toman otros factores en consideración, como, por ejemplo, el nivel de empleo y el gasto de los consumidores. Además, pasará algún tiempo antes de que la entidad que oficializa los ciclos económicos, el National Bureau of Economic Research (NBER), emita un dictamen final sobre el asunto, luego de que haya examinado toda la información pertinente y disponible. Dicho eso, la realidad es que la mayoría de los especialistas dan por sentado que la economía estadounidense se encamina a una recesión, si no es que ya está de lleno en esa situación.

Anteriormente hemos dicho que el hecho de que ocurra una recesión en Estados Unidos no significa que va a pasar lo mismo en Puerto Rico. La razón es que la economía local cuenta con un programa de estímulo fiscal —el programa de reconstrucción con fondos federales— que puede protegerla de una caída en la producción. Es cierto que el aumento de las tasas de interés que está impulsando la Reserva Federal hará que se debiliten algunos sectores de la economía puertorriqueña, pero mientras no se interrumpa el programa de reconstrucción no hay por qué esperar que la recesión del continente se traslade a nuestro espacio económico isleño.

Ahora bien, esto plantea la pregunta de si el deterioro de la economía estadounidense puede poner en riesgo los fondos federales para la reconstrucción en Puerto Rico. No hay duda de que el giro que ha tomado la economía de Estados Unidos ha puesto en aprietos al equipo económico del presidente Biden, y muy bien puede costarle la opción de reelección a este mandatario, cuya popularidad, que nunca fue estelar, ha decaído notablemente con el brote de inflación y el declive recesivo de la actividad económica. El mando económico de la administración de Biden se acerca al punto medio de su gestión sin haber logrado poner en marcha su programa y, peor aún, perdiendo la iniciativa en materia de política económica.

La alta probabilidad de que los republicanos retomen el Congreso próximamente, y la presidencia más adelante, significa que es posible un cambio de política económica, centrado en un viraje hacia el conservadurismo fiscal, y es aquí donde Puerto Rico podría verse afectado. Gran parte de los fondos de reconstrucción ya están comprometidos, y en ese sentido pueden estar protegidos de cambios de gobierno, pero en la administración de Donald Trump quedó claro que un equipo federal poco amigable puede arrastrar los pies en el desembolso de estas ayudas.

Otro asunto importante es el futuro de la prometida paridad en programas federales como Medicaid, Seguro Social Suplementario y el Programa de Asistencia Nutricional. La llegada de los demócratas al gobierno en el 2021 alentó muchas esperanzas en este aspecto, pero hasta ahora no se han realizado. La paridad en estos programas inyectaría una suma cuantiosa a la economía puertorriqueña, pero la misma podría parecerle excesiva a un gobierno republicano empeñado en la frugalidad y sin mucho entusiasmo por el gasto social. Este no es un escenario inevitable, pero el hecho de que sea probable subraya una vez más la urgencia de agilizar el programa de reconstrucción y sacarle el máximo provecho posible lo más pronto posible.