Cuando las temperaturas exceden los 90 grados Fahrenheit, el calor no solo genera incomodidad, sino que impacta negativamente la economía.

El calor impacta los individuos con mayor cansancio, menos concentración y más accidentes. Si bien los trabajadores que laboran en ambiente de aire acondicionado están protegidos de estas situaciones, muchos bajan su productividad como resultado de las altas temperaturas.

En sectores como la construcción y la agricultura, los empleados no pueden operar a un nivel óptimo como resultado del calor, por lo que la productividad disminuye. En ocasiones es difícil medir esta caída en productividad.

Medir el impacto del calor en la productividad es particularmente difícil cuando se trata de educación. Temperaturas más altas impactan el aprovechamiento académico de los estudiantes que no tienen el beneficio de aulas con aire acondicionado.

Los humanos no son los únicos seres a quienes los afecta el calor, también a plantas y animales. Así pues, el ganado vacuno sufre caídas en la producción de leche a causa del calor. Esto pone presión en la situación económica de los ganaderos.

En el caso de las plantas, los incendios forestales se vuelven más comunes, como los que observamos en el sur de Puerto Rico. El costo directo de estos incendios puede ser significativo, además del costo indirecto de tener que financiar un servicio de bomberos más grande.

Por otro lado, el aire acondicionado es la gran salida al problema de las altas temperaturas. Sin aire acondicionado, la ciudad de Las Vegas sería un par de calles en medio del desierto. Con aire acondicionado se protege la producción de muchos trabajadores y estudiantes.

El problema del aire acondicionado es su costo. El aumento en consumo de electricidad en Puerto Rico se traduce en mayor importación de combustible. Es dinero que se transfiere a los países productores de energía en vez de utilizarse en comprar bienes y servicios producidos por puertorriqueños.

Curiosamente, debido a cómo operan algunos indicadores económicos, mayor calor trastoca la medición de la economía. El Índice de Actividad Económica que publica el Banco de Desarrollo tiene cuatro componentes, uno de los cuales es consumo de electricidad. Cuando aumenta el consumo de electricidad, el índice registra un alza, como si la economía estuviese más robusta.

La realidad es que el ingreso disponible disminuyó como resultado de los pagos por mayor consumo de electricidad. La economía está peor. Pero por la forma en que el Índice mide, aparenta que la economía está boyante. El índice tiene unos mecanismos de ajuste por cada mes del año para tomar en cuenta que en mayo usualmente hace más calor que en diciembre. Pero si mayo es particularmente caluroso, el índice puede no reflejar el nivel real de la economía.

Finalmente, estos aires calientes facilitan la formación de huracanes y aumentan su intensidad. Los que sobrevivimos al huracán María no queremos ni pensar lo que implicaría otro huracán de esa magnitud.