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Las presiones laborales en la industria automotriz

La United Auto Workers (UAW) inició una huelga al vencimiento de su contrato sindical de cuatro años. Están pidiendo un aumento salarial de 40%, más ajustes anuales por inflación. Las empresas han ofrecido 20% y algún tipo de ajuste anual. Eventualmente llegarán a un acuerdo que reflejará las condiciones del mercado laboral y otras presiones que está experimentando la industria.

La oferta de las compañías (General Motors, Ford, Stellantis) refleja que el mercado laboral en los Estados Unidos está muy ajustado. Al igual que en Puerto Rico, la economía sigue teniendo un buen desempeño. No es fácil conseguir mano de obra, por lo que aumentos al personal son necesarios.

Sin embargo, ni las compañías ni la UAW pueden permitirse aumentos salariales muy altos, ya que esto los podría sacarlos de mercado. En este escenario, los trabajadores tendrían salarios teóricos muy altos mientras forman la fila del desempleo.

En primera instancia, existe la posibilidad de que las empresas muden sus fábricas a jurisdicciones anti-sindicales. Boeing tuvo una larga huelga y, posteriormente, trasladó producción al estado de Carolina del Sur, donde existe un fuerte sentimiento anti-sindical. Dichas facilidades han acaparado un creciente porcentaje de la manufactura de Boeing.

En segunda instancia, existen alternativas de compañías europeas y asiáticas para los autos de las corporaciones norteamericanas. Utilizo el término autos de “compañías europeas y asiáticas” en vez de autos europeos y asiáticos porque muchos se manufacturan en Estados Unidos

Así pues, Honda tiene planta en Ohio, Alabama e Indiana. Toyota tiene plantas en Kentucky, Indiana, Texas y Mississippi. Nissan está en Mississippi y Tennessee. Mientras que Mercedes manufactura en Alabama.

En tercera instancia, los autos eléctricos requieren de menos mano de obra que los de combustión interna. Por lo tanto, un aumento en los salarios aumenta el costo de los autos de combustión interna proporcionalmente más que el aumento en el costo de los autos eléctricos. Esto acelera la transición hacia vehículos eléctricos.

Si bien las compañías automotrices reconocen la necesidad de aumentos salariales, otros elementos bajo negociación reciben mucha resistencia. El concepto de semanas de cuatro días básicamente fue descartado. Esto es algo a tomar en consideración mientras en la legislatura de Puerto Rico se está discutiendo este tema.

El otro punto que no aparenta que va a cambiar está relacionado con los planes de pensión. La UAW acordó la eliminación de las pensiones de beneficio definido allá para el 2007. Ahora mencionaron la posibilidad de descartar los planes de retiro de contribución definida (401K) y volver al sistema anterior. Esta petición quedó en nada. El concepto de pensiones de beneficio definido ha sido algo que casi desaparece del gobierno de Puerto Rico, siendo la única excepción importante la Universidad de Puerto Rico.

Cualquier nuevo contrato va a aportar a la inflación porque el costo de los autos de General Motors, Ford y Stellantis va a incrementar. Sin embargo, no puede incrementar demasiado porque los clientes optarían por otras alternativas.

En conclusión, vamos a tener un aumento de salarios que pondrá fin a la huelga. Sin embargo, dichos aumentos no alterarán fundamentalmente el mercado porque ni las empresas ni la UAW quieren terminar sin ventas y sin empleos.