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El incentivo reintegrable nos indica cuánto hemos avanzado desde la quiebra del gobierno de Puerto Rico y cuánto nos falta por recorrer, opina Vicente Feliciano

Unos 177,000 contribuyentes individuales se beneficiarán este año de reembolsos de su pago de impuestos sobre ingresos, ascendiendo a la suma total de $250 millones. El incentivo reintegrable nos indica cuánto hemos avanzado desde la quiebra del gobierno de Puerto Rico y cuánto nos falta por recorrer.

Las últimas cifras publicadas de recaudos al Fondo General son de noviembre del 2023, cinco meses del año fiscal que comenzó en julio del 2023. Los recaudos ascendieron a $4,788 millones comparado con una proyección de $3,896 millones para un excedente de $892 millones.

Por lo tanto, el gobierno se enfrentaba al dilema, inaudito en años pasados, de qué hacer con tanto dinero que no está asignado. Existían tres opciones: aumentar el gasto público, recortar los impuestos y/o ahorrar el dinero.

La decisión del ejecutivo fue recortar los impuestos. Así pues, propuso legislación para reducir las tasas contributivas tanto a individuos como a corporaciones. Aunque existen distintos estimados del costo fiscal de la medida, hay consenso de que el costo fiscal directo excedía los $500 millones.

La Junta de Supervisión Fiscal evaluó la medida. Coincidió en que este año existe un superávit fiscal significativo. En cambio, difiere en la sostenibilidad de los superávits. La Junta argumentó que los superávits son producto de las transferencias federales relacionadas con el huracán María y la pandemia del Covid-19. Por lo que, según vayan disminuyendo estas transferencias, los superávits estarían desapareciendo.

El gobierno argumentó que, si bien parte de la actividad económica, y el consiguiente aumento en recaudos, se debe a las transferencias federales atadas al huracán María y a la pandemia, también se debe a muchos otros factores. Por ejemplo, el incremento en turismo y en alquileres de corto plazo son una transformación que perdurará más allá del fin de las transferencias.

Las inversiones en infraestructura que se realizan con las transferencias federales tienen un efecto inmediato por la actividad de construcción. Sin embargo, su efecto principal es que, hacia futuro, tendremos empresas más competitivas y mejor calidad de vida para los residentes. A las inversiones en infraestructura del sector gubernamental hay que sumarle las inversiones en sistemas de energía solar que están realizando negocios e individuos.

Además, el aumento en recaudos tiene que ver con los avances del Sistema Unificado de Rentas Internas (SURI) y su efecto en términos de fiscalización. Los estimados son de que los recaudos de contribuciones de individuos aumentaron por $225 millones más allá de lo que se hubiera obtenido en ausencia del SURI. Por lo cual, este aumento en recaudos es independiente de las transferencias federales.

La Junta deseaba que todo el superávit gubernamental de este año fuese estrictamente a ahorros. Sin embargo, aceptó que se le ofreciera un reintegro de una sola vez a los contribuyentes de clase media. Los beneficiados por el incentivo reintegrable reportan ingresos anuales de más de $40,000. La razón para enfocarse en la clase media fue que este grupo no se benefició de medidas como el crédito al trabajo y el aumento en el salario mínimo.

La intención, tanto del ejecutivo como del legislativo, es hacer permanente este incentivo reintegrable y extender los recortes contributivos a las corporaciones. En la medida en que la economía mantenga el desempeño de los últimos años y el sistema SURI siga mejorando, el gobierno de Puerto Rico contará con los recursos para recortar las contribuciones de forma permanente.